Buenos Aires Clausurada

No al cierre y clausura de los lugares pequeños para músicos. Basta de abuso a músicos, djs y productores de cultura. Basta del cierre de talleres comunitarios y centros culturales. Una política cultural para todos.

Tuesday, May 25, 2010

Si el PRO sigue clausurando lugares, ¿quiénes serán los rockeros de 3010?


Viernes, 21 de mayo de 2010 a las 22:43

Por Gustavo Alvarez Nuñez

Escribo esto a minutos de haber terminado el show multitudinario que encabezó Litto Nebbia en la avenida 9 de Julio como parte de la celebración del Bicentenario. Y me cayó la ficha. Estos tipos, más de cuarenta años atrás, inventaron un nuevo modo de escribir canciones en castellano. Canciones que compartieron o compusieron en lugares muy pequeños y tal vez infectos. Ya todos saben que La Cueva, sitio mítico en la fundación del rock argentino, era un sótano. Un sitio en el que no cabían más de cincuenta personas, tengo entendido. Los músicos apiñados sobre un escenario pequeñísimo (en el primer Prix D´ami, los primeros Cadillacs ni entraban en el espacio reducidísimo del escenario), con una sola escalera. Por donde subían y bajaban los asistentes. Toda la historia de los músicos de rock del país se ha cimentando (vaya paradoja) en tugurios, en pequeños bolichones, en cuevas. El rock y los topos siempre se llevaron bien.

Todo esto viene a cuento porque si bien en la avenida más ancha del mundo el Estado le daba lugar a las leyendas de una música popular como el rock, el otro Estado (el que encabeza el ingeniero Mauricio Macri) se empecina día a día en que no tengamos nuevos valores para celebrar dentro de cien años otra fecha patria y que den cuenta cómo era ser joven en 2010. ¿Cómo es esto? Clausurando fin de semana tras fin de semana pequeños espacios donde muchos músicos jóvenes y no tan jóvenes muestran sus variopintas propuestas musicales.
¿Qué política cultural, entonces, está detrás de los dos años y medio de gestión del gobierno de Macri? Si sólo se trata de prohibir, el rock siempre se embanderó detrás del “sólo se trata de vivir”. Y es hora de que los responsables tomen cartas en el asunto. Para distraídos están los que aún no saben que la avenida Santa Fé tiene doble mano en ciertos tramos. No sigan con la práctica de “Haciendo mierda Buenos Aires”.
Ya tuvimos que soportar el desastre que las políticas neoliberales desparramaron en la sociedad argentina en los años 90. Si clausurar es la única propuesta que tienen para solucionar el agujero que perpetraron en el tejido social esas políticas, estamos fritos. Usen la cabeza, que no sólo sirve para tener orejas en las que posar el teléfono celular más sofisticado. Escuchen los reclamos. Seguramente habrán escuchado en la discografía de Caetano Veloso (músico al que contrataron recientemente para que la gente lo vea de forma gratuita) una linda canción llamada É Proibido Proibir.
Lucha y resistencia, sentimiento incontrolable.